Este es el primer post de opinión del blog, así para quienes habéis leído las reseñas, seguro que notáis que escribo de una manera más personal. Debido a la temática os habréis dado cuenta de que me encanta el grimdark, un subgénero de la fantasía, que es mi género favorito. Lo primero que leí fue el Hobbit con poco más de once años. Después siguió El Señor de los Anillos, el Silmarillion, Añoranzas y Pesares, y muchos otros títulos. Desde entonces quise escribir mi propia historia, y como desde niño también me gustaba mucho el terror, siempre quise que fuera una versión oscura de la obra de Tolkien. Con el tiempo fui creciendo y escribí cosas que actualmente se podrían encasillar en el grimdark y en la fantasía oscura sin saber que existían dichos géneros, sin embargo, siempre leo todos tipo de fantasía posible. Entre esos autores se encuentra Brandon Sanderson. Me encanta su libro El camino de los reyes. Siempre tuve una corazonada de que me gustaría, y cuando lo leí, me fascinó porque me demostró que había mejorado mucho como escritor y que mezclaba una fantasía de caballeros (que por momentos me recordaban a una versión moderna de los caballeros medievales) y juegos como Legend of Zelda. No puedo decir lo mismo de Mistborn, sobre todo del segundo libro.
Mi historia con Mistborn es más o menos así. Estamos en 2020, pero en 2010 empezó a sonar esta historia entre mis círculos de amigos de los foros de fantasía, aunque entonces era imposible conseguirla. Después de un tiempo la conseguí, así que empecé a leer el primer libro con unos amigos de internet con quienes muchas veces hemos hecho lecturas en conjunto. Fui el primero en empezarla y el último en terminarla. El personaje de Kalsier no me gustó mucho, pero al final me pareció simpático. Creo que uno puede leer el primer libro y quedarse con ese, porque si bien la historia continua, tenemos una trama central redonda con cosas que a los que tenemos tiempo leyendo este género nos podría chirriar un poco, pero se lo pasé porque me gusta el género. Quizá por eso estoy dispuesto a leerme ciertos libros que no me gustan del todo para saber como es el panorama de este mundo. Más o menos en 2017 decidí leer Mistborn 02, pero lamentablemente no pude terminarlo. No pude pasar de la segunda parte del libro porque la prosa me pareció lenta especialmente en los diálogos. Hace una semana lo retomé (esta vez en inglés porque pensé que así me gustaría) y lo he terminado. Conclusión: no me ha gustado, aunque tiene un final interesante que prácticamente te deja colgado para que leas el desenlace de esta historia. También concluí en que es una Novela Puente, es decir, una novela que sirve para prepararte para la historia que dará una conclusión real a la historia que empieza cuando termina El Imperio final. En este punto quiero especificar que no todas las segundas partes de una trilogía son novelas puentes. La diferencia está en que las novelas puentes cuentan con elementos que serán eliminados para dar paso a un tercer libro sin dichos elementos, y se pueda cerrar la trilogía de manera redonda. Estos elementos generalmente no repercuten en l trama de la tercera parte. La segunda parte de de una trilogía que no es puente por ejemplo es el segundo libro de la primera ley, o el segundo libro de Canción de Hielo y Fuego, si es que contamos a los tres primeros como la mitad de una saga que cierra ciertos puntos importantes (el auge de los Lannister y la caída de los Stark). Por eso no me gustan mucho las novelas puente. Si uno piensa mal, podría decir que están hechas para que una historia sea una trilogía y se pueda vender más, pero quienes me conocen saben que no soy de aquellos que piensan mal, sino de aquellos que a los que les gusta ver el lado bueno de todo. Por eso decidí leer El pozo de la ascensión, una historia que lamentablemente no me ha gustado. Que quede en claro que lo estoy poniendo en el blog porque quiero tenerlo para el recuerdo, así que probablemente no lo estaré compartiendo en redes sociales. Si te gusta Mistborn, tú decides si quieres seguir leyendo este artículo, ya que lo que encuentres a lo mejor no te va a gustar.
Primero que nada, nunca empaticé con los personajes. No me gustó ni Vin ni Elend. Sazed estuvo estándar. La pareja principal prácticamente es una pareja de adolescentes. Elend le dice no sé cuántas veces a Vin que la ama en momentos en que yo, con mis treinta y cinco años, digo… “what the fuck?”, mientras que Vin es una chica super impulsiva. Esto no significa que no me gusten los personajes adolescentes, ya que he leído novelas con personajes adolescentes que molan, por ejemplo, Traspié de Assasins Aprentice, Carrie de Carrie, Althea Vestrit de The Living Ship Traders, Cthrin de Dragon’s Path… Jon Nieves… (aunque este es el que menos me gusta de todos, en el último libro está mejor que en los anteriores). Los personajes adolescentes no tienen que ser como aparecen en El pozo de la ascensión. Por otro lado, conversando con mis amigos a quienes sí les gustó el libro, llegamos a la conclusión de que si Vin y Elend pegan tanto con el público es porque son retratados como el adolescente común de nuestros tiempos. Es por eso congenian con ellos. También concluimos en que estos personajes son típicos de una novela de género young adult, pero como no he leído estas novelas, prefiero no opinar. Lo que sí diré es lo que me dijo uno una las personas cuyas recomendaciones más escucho. Esta persona hizo hincapié en que El pozo de la scención es mucho mejor que las novelas más conocidas del youn adult (Divergente, Juegos del hambre, y otras), así que él tiene mi visto bueno porque considero que es una persona que sabe de lo que está hablando. La pregunta aquí es: si yo no leo young adult, ¿cómo llegó Mistborn tan rápido a mi? Me enteré de la respuesta mientras oía booktubers en inglés hace pocos días. Fue así como supe que Mistborn se lanzó en países angloparlantes como fantasía adulta, y mucho tiempo después fue relanzada como Young Adult, así que ahí lo tenéis todos ustedes. Esto hace muy comprensible que no me guste.
Ahora es el turno de la prosa. La prosa es la herramienta numero uno para entrar en la cabeza del lector. Si tienes una prosa que cansa leerla, será difícil de que te publiquen porque será complicado leerte. En el caso del Sanderson de Mistborn debo decir que no tiene una buena prosa. El Sanderson de The way of kings está más pulido, de hecho, es un placer leerlo, pero este Sanderson tiene diálogos que me distraen cuando intento leerlo. Todos los personajes tienen que hacer un pequeño comentario que me distrae. Si no es eso, aparecen demasiados incisos de narrador. Po otro lado hay momentos en que la prosa se hace fluida, pero en este libro eso ocurre pocas veces. En el anterior sucede en la última parte. Fue un cambio tan notorio que me puse a analizar sus construcciones, así que mucho de lo aprendido para construir mi prosa se lo debo a Sanderson.
El tercer punto que no me gustó es la magia de Brandon Sanderson. De acuerdo con su primera ley, “la capacidad de un autor para resolver un conflicto con magia es directamente proporcional a lo bien que el lector haya comprendido dicha magia”. Pese a haberme leído sus tres leyes y pese a estar completamente de acuerdo con ellas, creo que la manera en cómo usa la primera ley para resolver conflictos es tramposa. Honestamente preferiría que no resolviera esos conflictos y que la historia tomara otro camino, porque cuando usa su primera ley en estos casos lo único que consigue es justificar las decisiones de ciertos personajes para avanzar la historia y llegar a donde tiene que ir. Eso a mi no me gusta. Veamos un caso específico: cuando Vin tiene separarse de Elend y compañía para ayudar a sus amigos en el castillo amenazado por los colosos, usa la magia para viajar más rápido porque sabe que sin ella será imposible llegar a tiempo. Más adelante al estar cansada y cuando no le quedan reservar de peltre se detiene en un pequeño pueblo, entonces les pide a unos ancianos que le den más metal para seguir viajando, y como al principio le hacen perder tiempo, usa la magia para manipularlos. De esa manera no importa lo que ocurra la historia siga avanzando y este avance se justifica con el uso de la magia. Mi amigo del que les hable antes me dicho que al final del tercer libro todas estas cosas están explicadas, pero creo que escribir de manera limpia es explicarte algunas cosas en el camino sin arruinarte la sorpresa. Esta explicación de sería de manera directa, sino mediante de pistas, escenas o en todo caso de un modo súper indirecto para que al final del tomo unas cabos o recibas una respuesta que solucione el conflicto de manera redonda. Si queréis un ejemplo de esto, os recomiendo leer alguno de los libros en el mundo de La primera ley (Joe Abecrombie).
El último punto malo para mi fueron dos personajes antagonistas: el padre de Elend y el medio hermano. De estos dos creo que el padre es que más lata da durante todo el libro. Se supone que era el antagonista de esta parte de la historia, pero cuando ocurre el enfrentamiento esperado entre todos los ejércitos, no le dedican a ese combate ni media página. ¿En serio? Luego Vin aparece para decir que el padre de Elend está muerto. En el caso del medio no es que me gustara del todo, pero es utilizado para que también esté enamorado de Vin como en una novela de amor de adolescentes. Rayos… Elend y su hermano enamorados de la protagonista. ¿Es Vin una Mary Sue? Entrar en esto sería desviarme, sin embargo tiene algunas cositas.
Lo que sí me gustó a diferencia de algunos que comentaron en goodreads fue el final. El pozo de la ascensión nos presenta un final abierto con harto misterio y que nos prepara para el desenlace. Quisiera pensar que la muerte de Zane sirvió para que Elend se convirtiera en Mistborn y que así cumpliese un determinado rol que el destino le tiene preparado para el tercer libro. Da igual como sea: peleando junto con Vin por un mismo objetivo o peleando en contra (en el caso de que la fuerza que se liberó del pozo se le haya metido). Si cualquiera de estas dos cosas ocurre, la muerte de Zane tendría mucho mas sentido, de modo que la conversión de Elend tendría más peso del que parece y, por lo tanto, se derrumbaría mi teoría sobre la novela puente (cosa que me alegraría). De todas maneras, El pozo de la ascensión tiene un final que me gustó. Por lo menos hasta ahora creo que no he visto un libro de Sanderson con malos finales, aunque me haya quedado mucho de Warbreaker y un poco menos de El imperio final. El camino de los reyes es una puta obra maestra.
Espero que, si sois fans de Mistborn, no me odiéis por lo que habéis leído. No tengo nada contra Sanderson, pero de todas maneras lo leo porque como dije antes me gusta mucho el género y por que (esto si no lo dije) siempre puedo aprender algo de mis lecturas para mejorar más como escritor, así que le agradezco de corazón a Sanderson por haber creado estas historias.
Y recuerda: el guerrero más bestia es el guerrero que lee GRIMDARK.
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